La reconocida cadena de retail Corona sorprendió este miércoles al mantener sus 50 tiendas cerradas en todo el país, luego de la euforia que provocaron sus remates de liquidación. Las filas y aglomeraciones superaron lo previsto tras las ofertas que partieron con vestuario a $5.000 y pasaron a formato 3x2, generando caos en sus últimas semanas de funcionamiento.
Detrás de esta drástica medida está el fracaso de un plan para evitar la quiebra: los hermanos Schupper, actuales propietarios, no lograron asegurar la línea de crédito de $24 mil millones que buscaban para cubrir deudas y sostener la operación. La banca rechazó el financiamiento, forzando el cierre definitivo.
Más de 1.800 trabajadores fueron notificados esta semana y se preparan para el fin de la cadena, que bajará la cortina de forma definitiva el próximo jueves 10 de julio, poniendo fin a décadas de historia en el comercio local.