Una funcionaria del Cesfam de Labranza de Temuco, en la región de La Araucanía, denunció acoso y maltrato laboral por parte de la directora del recinto de salud.
Esto produjo que otros funcionarios comenzaran a denunciar otros hechos vinculados a la misma directora.
Sin embargo, han señalado que, si bien la Municipalidad de Temuco se encuentra al tanto de la situación, no se han tomado mayores medidas al respecto.
Según información otorgada por Radio Bío Bío, las denuncias corresponden a al menos a cuatro casos en contra de Cristina Contreras Carrasco, directora del Centro de Salud Familiar de Labranza.
Cristina Contreras asumió su cargo en febrero de 2022 y en los testimonios se manifiesta que desde mayo habrían comenzado a sufrir una serie de conductas en contra de ellos.
“A nuestro consultorio no ha ido nadie a contenernos ni a hablar con nosotros”
Los funcionarios decidieron realizar denuncias de acoso laboral mediante un conducto que existe en la Municipalidad de Temuco.
Si bien lograron dar cuenta de la situación, aún no han recibido una respuesta por parte de las autoridades comunales.
Al respecto, Katherin Hernández, una de las funcionarias afectadas, comentó: “Estoy cansada, me agota mucho el hecho de no recibir una respuesta, que nos tengan omitidos completamente a los funcionarios allá”.
“Nosotros vemos que el departamento va a todos los otros consultorios a exponer sus temas, pero a nuestro consultorio no ha ido nadie. Nadie a contenernos, a hablar con nosotros, a ver qué está pasando, nada”, sostuvo.
Según el testimonio de Hernández, quien previamente era encargada del vacunatorio de dicho Cesfam, Cristina Contreras tomaba decisiones en su área y le ocultaba a información. Además, removió a parte del personal.
Al tiempo después, Contreras le informó que no seguiría desempeñando cargos en su área, y fue trasladada hacia otro módulo sin recibir explicaciones.
Funcionarios no denuncian por miedo a represalias
Katherin Hernández señaló que, a raíz de estas situaciones, comenzó a sufrir problemas físicos y emocionales, además de un desgaste acarreado desde la pandemia.
A raíz de esto, tuvo que iniciar un tratamiento médico particular desde el mes de noviembre el año pasado, el cual se prolongó hasta marzo de 2023.
Por ello, debió ausentarse de su labor con licencias médicas, pero cuando volvió a trabajar, desde el municipio le informaron que existían dudas respecto a la veracidad de las licencias que presentó.
Debido a la serie de situaciones sufridas por la enfermera, decidió iniciar acciones legales por acoso laboral, donde apuntó directamente hacia la directora del recinto de salud.
Asimismo, aseguró que otros funcionarios también han querido hacerse parte de las denuncias.
Sin embargo, no se han involucrado por temor a represalias y a que no hay un mayor pronunciamiento sobre este caso por parte de las autoridades.