En una entrevista, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, mencionó que se quería "cabrear" a los no vacunados, también habló sobre las restricciones que tendrían las personas que no cuenten con su esquema completo de vacunas, como no poder asistir a un bar o utilizar transporte público de larga distancia.
Tras estos dichos, el ministro de Salud, Olivier Véran, informó que durante la semana pasada más de 230.000 personas recibieron su primera dosis en toda Francia. Al finalizar la semana, se contabilizaron más de 52 millones de personas con el esquema de vacunación completo, un 77,2% de la población total, pero un 90% de los adultos.
Este incremento en la inoculación ocurre mientras el país vive manifestaciones de antivacunas y la votación en el Senado por el certificado de vacunación obligatorio, medidas que han puesto a la ciudadanía en contra del presidente Macron denunciando el 'Apartheid social' y se registraran más de 8.000 personas en tres marchas convocadas en París.
Por mientras, el proyecto que impone el certificado de vacunación fue aprobado en la Asamblea Nacional y podría ser aprobado por el Senado para llevarlo al Parlamento y ser promulgado durante la próxima semana.