Un estudio realizado por el Hospital Infantil de Boston y el Instituto HCA descubrió altas concentraciones de microplásticos y nanoplásticos en las placentas de bebés prematuros, esto en comparación con los nacimientos de lactantes de 9 meses.
Los resultados indican que estos plásticos tienden a acumularse en la placenta durante el embarazo, con una mayor exposición y en etapas más tempranas en los casos de partos prematuros. Según la investigación, esto podría implicar que los plásticos contribuyan al nacimiento pretérmino.
El estudio advierte sobre posibles consecuencias graves para la salud, como enfermedades cardíacas y posibles accidentes cerebrovasculares.
Para minimizar la exposición a estas partículas nocivas, los expertos recomiendan reducir el uso de plásticos desechables, evitar el agua embotellada en este material, optar por alimentos frescos en lugar de procesados y emplear filtros de agua en el hogar.
Para el análisis, los investigadores estudiaron 175 placentas mediante espectrometría de masas de alta sensibilidad, de las cuales 100 correspondían a nacimientos a término y 75 a partos prematuros.